La sexualidad en la mujer está muy unida a la afectividad, al amar
y sentirse amada, tanto sean mujeres de prácticas heterosexuales como lesbianas. No ocurre igual en le varón, homosexual o heterosexual. Existe en ellos una mayor separación entre lo fisiológico y lo sentimental, exceptuando el estado de enamoramiento donde lo fisiológico y lo sentimental se unen. Cuando surge un enamoramiento, la mirada se convierte en global, porque se percibe a la persona amada como una totalidad absolutamente hermosa, revestida de las mejores cualidades, que embellecen lo que de otra manera podría ser considerado vulgar o imperfecto.
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