jueves, 21 de febrero de 2008

La familia vista desde el otro lado

Poco a poco, a veces de manera brusca, te das cuenta de que tu relación en casa, con tus hermanas o hermanos y, sobre todo, con tu padre y madre, ha cambiado.No comprenden tu necesidad de libertad y autonomía. No quieren que tengas tus propias ideas y que lleves el tipo de vida que te gusta.Visto desde tu lado es así, pero piensa que estáis viviendo una situación nueva y difícil: tu, la de dejar atrás la niñez; tu familia, la de abandonar el papel de padre y madre imprescindibles, personas protectoras y perfectas, al que han dedicado una parte importante de su vida, gustosa y desinteresadamente.Todo se puede hablar y discutir.Siempre es posible llegar a acuerdos o pactos sobre vuestras diferencias. Para tu familia puede ser válido y enriquecedor que seas capaz de exponer tus inquietudes, deseos e ideales, razonablemente. Si son capaces de recordar su propia adolescencia podrán apoyarte, ayudarte cuando se lo pidas y entenderán tu malestar y reacciones.Se producirá así una aproximación, un reconocimiento entre personas que os queréis y necesitáis.

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