Para sentirnos bien es importante que nos alimentemos según nuestras necesidades y no de acuerdo a un peso ideal esperado.
Atendamos a las necesidades naturales de hambre y saciedad.Comamos alimentos en cantidad y variedad adecuada, es decir, incluyendo proteínas, vitaminas, grasa, carbohidratos...sin excluir los de alto valor calórico, porque también son necesarios.
No poner toda nuestra valía en el aspecto físico.
Sabemos, que generlamente, somos personas queridas y valoradas por otros rasgos y características personales.
Vencer las fantasías de omnipotencia:"tengo que ser la mejor", admitir que somos vulnerables, que cometemos errores, que tenemos defectos, algunos que pueden superarse y otros que no. Es importante reflexionar sobre nuestra vida y nuestros deseos. Así podremos descubrir las dificultades que tenemos y las limitaciones externas e internas que nos impiden avanzar y qué necesitamos para sentirnos bien, sin estar pendientes de lo que esperan otras personas de mí. Compartir nuestros sentimientos, preocupaciones y deseos nos ayudará a fortalecernos y a encontrar alternativas. Es conveniente que nos relacionemos con personas que nos estimulen y ayuden a desarrollarnos y que nos hagan sentirnos queridas y valoradas. Aprender a resolver las dificultades, afrontándolas, reconociendo las causas, sin negarlas y sin sustituirlas por otras. Realizar deporte como posibilidad de disfrutar, divertirnos y relajarnos y no como un sacrificio para mantener una figura más delgada.
Participar en actividades sociales, de ocio y tiempo libre o bien culturales, artísticas, etc. nos permite relacionarnos, romper el aislamiento y tener proyectos propios. Sobre todo debemos aprender a querernos, gustarnos, valorarnos y a cuidarnos un poco más.Instituto de la mujer.
jueves, 21 de febrero de 2008
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